Orgullo y prejuicio [Libre]

El cambio de pueblo me habia impedido llevar mis libros. Y necesitaba algo para distraerme. Por lo que recordé que el primer dia que había llegado al pueblo, habia visto una libreria.
Entré y estaba absorta mirando los titulos que no sentí la presencia a mi lado y choqué con el o ella. Solo esperaba que no fuera humano, o sino tendría graves consecuencias. "Lo siento mucho, no me fijé donde estaba caminando. ¿Estás bien?" pregunté recogiendo la pila de libros, que de paso habia derribado.

Estaba en la biblioteca, buscando algo para entretenerme, pues la tele me aburria bastante, cuando una chica, mas bien un vampiro, chocó conmigo.
-Tranquila, estoy bien, no pasa nada-dije divertido.
En esos momentos, me alegré de no ser humano, un vampiro hambriento trae muchos, pero que muchos problemas.

Si fuera humana, seguramente me sonrojaría ante el chico. ¡¿Por qué debia ser tan torpe?! "¿En serio estás bien?, ¿ no sientes que te duele algo, como si te hubieras roto un hueso o algo?" dije preocupada. Aún no sabia diferenciar las diferentes tipos de razas que habian en el pueblo.

-Tranquila, estoy bien. Hace falta mas de un vampiro para poder conmigo, no soy exactamente lo que se dice humano-dije sonriendo.
La chica era simpática, especial, ya que era vampiro pero se preocupaba por los demás, ese gesto me gustó.
-James Jonhson, soy nuevo y no conozco a mucha gente.-dije ofreciendole la mano.

Simpático. "Madeleine Nash Rickford, pero dime Maddy" le dije un poco avergonzada por el pomposo nombre que mis padres me habían puesto "También soy nueva." dije y recordé que habia dicho que no era exactamente lo que se dice humano "¿Qué eres si no eres humano? sé que en este pueblo hay videntes y teriántropos, y cosas asi" dije recordando al perro que después se convirtió en una chica.

-Teriantropo, tu vampira, por lo que veo. Encantado-dije soltando el ejemplar de "Los Pilares de la Tierra" de Ken Follet en su estante correspondiente.
La chica era muy guapa, pelirroja y extremadamente blanca, aunque eso no era muy anormal en vampiros.

"Para mi mala fortuna lo soy" dije dramaticamente. Ser vampiro tenía cosas buenas, como la inmortalidad y la belleza extrema. Pero ver a tus seres queridos morir antes que tu, no es lo mas lindo de la vida. " Asi, que puedes adoptar formas ¿cierto?" dije aun poco confundida. Hace 30 años atrás jamás pensarias que este tipo de cosas existian.

-Efectivamente. Muchos teriantropos suelen adoptar formas de perro, gatos y pájaros. Pero puestos, prefiero transformarme en animales mas..."exoticos"...
La librería tenia pocos ejemplares...me los había leido casi todo...

Sonreí. Era un chico simpático. "¿Exotico? ¿cómo qué?" dije mirando los libros que habían. Aún no podía encontrar el libro que venia buscar.

-Un puma, por ejemplo- dije susurrandoselo con una media sonrisa.
- Bueno, ¿qué libro buscas?

"Un puma, interesante" dije sonriendo " Eh, orgullo y prejuicio. Tenía uno en el antiguo pueblo, pero no pude traerlo y el que tenia cuando era humana, bueno ... fue imposible que lo sacara sin que mi madre lo notara" dije un tanto nostálgica.

-M...-dudé un momento y fijo en el sitio, empecé a buscar entre todos los estantes el libro de orgullo y prejuicio de Jane Austen...tardé unos minutos pero al fin lo encontré, me dirigí con paso seguro hasta la estanteria, lo cogí y se lo entregué a la chica.
-Aquí tienes.

"Gracias" dije sonriendo y tomando el libro. " Creo que estoy enamorada del Sr. Darcy" dije bobamente. De alguna forma aun seguia siendo una adolescente. "Siempre he deseado que alguien como él se fije en mi. Pero sé que el amor para los que son como yo es imposible" dije encogiendome de hombros resignada.

-Nada es imposible si se lucha para conseguirlo-le dije. Confirmado, aquella chica era especial..no era como los demas vampiros que solo se preocupan por cuántos litros de sangre van a beber esa noche... Era muy, pero que muy simpática.-Seguro que algun dia conoces a alguien especial.

"No lo creo. No tengo alma y mi corazón no late. Soy incapaz de sentir mariposas en mi estómago y de sonrojarme cuando me miran. Estoy muerta, sabes muchos piensan que por ser inmortal y hermosa debo ser feliz. Pero me gustaría ser humana nuevamente. Me alimento de lo que era antes, y eso no me gusta" dije sinceramente. " Llevo 32 años siendo vampiro, y aún no puedo perdonar a la persona que me convirtió en esto"

-Con esfuero lo conseguiras-dije tras escuchar su historia. Me agaché un poco hasta alcanzar su altura y me acerqué mucho a ella, no suelo tener miedo a los vampiros, me acerce a su oido y le susurré- Creeme.
Luego volví a mi postura normal y le sonreí.
-Puedes hacerlo

Medio sonreí , y me di cuenta que debia ser mas alegre. Que los recuerdos son recuerdos y son pasado. Nada que pudiera cambiar " Dime algo sobre tu especie. Son algo diferente para mi" dije cambiando el tema.

-Mi especie no tiene mucho de especial...pero aquí no puedo decir nada-dije mientras miraba a la recepcionista.

"Oh" dije arrepentida " Lo siento. No quice incomodarte" dije caminando para pagar el libro.

-Tranquila...si no es tu culpa, esque no es plan de que se entere todo el mundo...-dije mientras colocaba un billete de 50 dolares en el mostrador de la librería- Invito yo-dije sonriendole a la chica.

Moví la cabeza negativamente " No, yo puedo pagarlo " dije testarudamente. Tomé el billete y se lo entregué de vuelta.

-Hace unos meses, recibí una muy generosa herencia lejana, así que, por favor, dejame pagarlo.
La chica era muy educada pero me negaba a que pagara, me caía bien. Cogí el billete y lo puse en el mostrador, luego miré a la dependienta y le dediqué una sonrisa, a ver si así cogía el billete de una vez.

"Si, bueno. Pero yo he vivido treinta y dos años asi, por lo que también tengo dinero. Dios, que eres testarudo" dije entregandole el dinero nuevamente.

-¿Testarudo yo? Eres tu la que no acepta que te compre un libro...
Me devolvió el billete y lo guardé en el bolsillo, ya se lo daría en algun momento, me dije a mi mismo.

Sonreí victioriosa. Pagué el libro "No soy testaruda, soy independiente" dije como una niña pequeña.