With everything I wont let this go (Lilith)

El hombre ya no recordaba cuanto tiempo llevaba alli, solo sabia que le era imposible escapar, estaba debilitado, desnutrido y no confiaba en volver a ver la luz solar o en ser libre y aquello, para un hombre lobo, era una pesadilla.

Lorcan se desperto, completamente cansado, con respiracion agonizante, terriblemente mal. Tosio un par de veces, escupiendo con desgana, tenia sed, tenia hambre, pero no sabia cuando volveria a llevarse algo al a boca.

Despues de la fiesta de Halloween todo se le habia hecho borroso y el chico no recordaba nada. Solo que habia fallado, que no habia podido traer a Selene a la tierra, que no habia podido acabar con Hayley y conseguir traer de vuelva a su amada.

El menudo lobo habia estado dormido un rato largo,habia sido una total tortura no poder asesinarlo con sus propias manos justo en Halloween.Sucede que la gente que mal la hace pasar,termina pasandola mal.Ja si,como no.Ella no era Dios ni nada por el estilo.
Jugó con el cabello de ese cuerpo,enredandolo en sus dedos,dejando aparecer una sonrisa más que sádica cuando le ve despertar.

-Pero mirad..el bello durmiente ha abierto los ojos..-rie con sorna,sin gracia alguna.Se pone de pie de la silla donde estaba sentada y camina,alrededor de el-¿Quieres que te ponga al corriente,queridismo lobito?-casi sisea,mirandole.

Esa voz tan femenina, tan sensual le resultaba completamente estridente, estaba ya loco, no tenia un apice de cordura, solo queria que Selene regresara, solo queria volver a ser el de antes, queria controlarse.

El chico levanta la vista, su largo cabello habia crecido y le caia por todos lados, haciendole imposible la vista perfecta de la mujer, o fuera lo que fuera que lo habia encerrado y dejado alli tan dolorido.

El chico se acerca, esta atado de pies y manos por fuertes grilletes de hierro que resuenan al golpearse unos a otros.

- A... a... agua.- pide, suplica, necesita calmar su sed, por lo menos su sed.

Sigue analizandolo,tendria,muy a su pesar que mantenerlo vivo.Aun esperaba las indicacioneas de 'más arriba'.Era tonto pensar aquello,y el simple hecho que él le suplicara,hace que sonria más aun.Se agacha sobre el,pasando su mano por su mentón y mejilla,podria tomarse como una caricia,pero claro que está lejos de serlo.

-¿Tienes sed? Tal vez sea hora de alimentar al perro..-sólo lo hace porque debia mantenerlo vivo.Aun arrdillada frente a el,acaricia su torso,pasando sus mano lentamente a la espalda de el,liberandolo de una de sus manos,no iba a alimentarlo también.Seductora como siempre,se pone de pie y camina,femenina hacia la mesita.

-Vamos a alimentar al chucho..-le acerca el plato con un filete de carne y unos 3 panchos.Al lado,una botella de cerveza y un vaso de agua.

No le importa que lo trate de aquella manera, en casos como aquel su dignidad quedaba relativamente lejos de alli. El chico al olisquear la carne no puede mas que babear cual perro, deseoso de llevarse algo a la boca. Y asi hace cuando aquella mujer le acerca el plato, corre a llevarse la carne a la boca, mas bestia que hombre, sin cubiertos para ayudarse, solo el y sus dientes.

Traga con rapidez, sin escrupulos, ayudandose con dientes y manos, completamente embrutecido.
Termina de comer todo y bebe, bebe como si aquella fuera la ultima vez, necesita liquido, necesita calmar su sed.

Cuando termina no puede mas que dirigir la vista a la mujer aquella, en todo momento alerta.

Tu..no tienes muchos amigos..¿o si, Lorcan?-molesta,llevandolse el plato y volviendole a llenar el vaso con agua.Lo deja beber más,antes de que vuelva a atarlo.
Trae la silla y se sienta justo en frente de el,no lo demasiado cerca,no lo demasiado lejos.Cruza una pierna por ensima de la otra,dejando ver su blancura cuando el vestid que lleva se corre,solo un poco.

Se cruza de brazos,tal vez deberia afeitarlo mientras espera que sean las doce.No deja de sonreir,arruinar planes era lo que mejor sabia hacer, y el hecho de que el no vuelva a reencontrarse con su amada por su culpa,le reulta casi orgásmico.

- No me gusta la gente.- es lo unico que dice, con una voz ronca, grutural, descuidada. El chico toma el vaso de agua que ella le llena de nuevo con completa desconfianza y lejania. No aparta su vista de aquella mujer y menos cuando esta se sienta mas que sugerentemente en la silla enfrente de el.

- Y bien, ¿que esperas? ¿que llore?- pregunto mas recuperado, aunque todavia se encontrara algo perdido alli. - Sabes lo de Selene verdad?- continuo. - Quien te envia? ¿Por que lo has hecho?- pregunta con enfado, sin tener siquiera en cuenta la situacion en la cual se encuentra. Agita sus cadenas, furioso, deseoso de poder ser libre y destrozarle el cuello por completo a aquella chica con un mordisco de sus fauces lupinas.

No lo intentes en vano,la última vez que lo hiciste te dejé inconsciente..-sonrie con malicia,mirandolo.Simlemente voltea,está lo demasiado bien atado como para poder escaparse.Mira por la ventana,nadie habia ido a molestar,y eso era malo..le habria gustado tener un poco de buen sexo.

Mira el reloj,aun faltaban unos 45 minutos para media noche,podria divertirse con el,pero tendria que violarlo.Lo vuelve a mirar,a decir verdad el chucho no estaba nada mal-Ya te enterarás,Lorcan..no importa quien soy yo-contesta,casi ronoroneando.Juega con su cabello,desde donde está.

Ya sabia que ella lo habia dejado inconsciente, claro que lo sabia, pero queria escapar de alli, queria volver a ver el sol, queria volver a ser el mismo Lorcan de siempre y ahi dentro no conseguiria nada de aquello y podia confiar en ello.

Asi pues el chico no se digno a hablarle, sino que la observo con mezcla de enfado, desconfianza y cansancio, no queria estar mas tiempo entre aquellas paredes, necesitaba y ansiaba escapar de alli.

- Todo habia salido a la perfeccion, estuve a esto de que Selene volviera...- dijo, mas para si mismo que para su secuestradora, el chico estaba destrozado.

Lo sé..soy tan genial-escucha lo que el dice,se muerde el labio.-Bueno..supongo que en un rato te mataré...pero con que puedo divertirme mientras tanto?-piensa,hablando sola.Se pone de pie y se acomoda el vestido.Probablemente buscaria algun cabaret,siempre habia alguno bueno por alli..y lo mejor es que también eran buenos para desayunar.

Suspira y se pasea,tranquila,haciendo resonar sus tacones sobre el suelo de la casa.

- Me encanta tu indiferencia ante las pocas horas de vida que me quedan.- dice sarcastico, enfadado con la atractiva secuestradora que lo tenia en pesimo estado alli encerrado. Lanza un escupitajo al suelo, irrespetuoso con ella cuanto podia.

Se mueve haciendo sonar las cadenas con las que esta amarrado, completamente prisionero. No deja de observar a aquella mujer, todavia desconfiado y mas ahora despues de saber que su vida llegaba al final.

Tose sin poder contenerse, el chico no se encuentra para nada comodo en aquel momento.

Mejor quedate quieto,no te sanré si te lastimas-le advierte-porque no difrutas de tus ultimas horas y te arrepiente y bla bla-rueda los ojos.Vuelve a la silla y se sienta.Bufa,aburrida,por demás.

- De-ja-me-sa-liiiir.- pide, tirando de las cadenas una y otra vez, completamente fuera de si. SI iba a morir no tenia mas remedio que intentarlo todo, no podia rendirse, no ahora. Tira de los grilletes, intentando escapar.

Mmm..-finge pensarlo,llevnadose un dedo indice hacia el mentón-No-responde,después de unos momentos.Rie de nuevo,burlandose de su condición.Sigue mirandole,y luego mira su reloj..quince minutos.

Oleadas de sentimientos fatalistas lo rondaban y aquello no le hacia ningún bien. El hombre lobo se desploma, completamente desesperado, dispuesto ya a dejar aquel mundo y a acompañar a Selene en su calvario eterno.

- Siempre pense que tendría un maldito final así de raro.- comenta, con tranquilidad, contemplando con determinación a aquella mujer.

Sus manos juegan en su cabello,como si aquello no fuese más que una tonta pelicula aburrida para ella.Se pasea hasta que finalemente,la aguja mas corta de su reloj se une a la mayor en el numero doce.Se acerca a el con una cuchillo,tomandole por el brazo y haciendo una generosa lastimadura en su antebrazo.Sonrie,llenando de su sangre aquel tazón que tiene en manos,esa reliquia de plata.Su sádica expresión no se desvanece en ningun momento-Mmm..-se acerca y lame,mirandolo,libidinosamente.Ya incorporada le mira y relame las gotas de sangre que lograron escaparse por las comisura de sus labios.

Rie,estridente,haciendo que su pecho vibre,la risa mas filosa y temerosa para cualquier ser mortal.Tenia todo preparado para aquel ritual.Se situa frente a aquello y tras unas palabras,convoca a un superior..uno muy superior-Maestro..-es todo lo que susurra,sonriendo de lado.Los demás son solo murmurllos incomprendibles.Después de la corta conversación,sus ojos están mas rojizos que aquella sangre recién extraida.Tiene sed,de muerte,de sangre..de sangre de chuco.

Se voltea,mirando a aquel ser,jugando con una daga entre sus manos,habilidosa en ese sentido-Bueno..a pesar de que no nos hemos divertido como me hubiera gustado,seré algo asi como buena chucho..morirás,sin saber porque,ni quién te mató..-el filo de aquella daga brilla a la luz de la luna.De un momento a otro,la daga se haya justo en el centro de su corazón.Se acerca a el,inclinandose sobre su cuerpo,casi inerte al instante-nos vemos en el infierno..-ronronea,crca de su oido,antes de acercarse y darle un dulce beso de despedida,con gusto a azufre.

El lobo siente finalmente la traicionera punzada en el pecho que le rompe el corazón en millones de pequeños fragmentos mientras sangre brota con extrema tranquilidad y lentitud. Sus ojos le pesan y lo último que siente es un beso, un beso de despedida de aquella su asesina antes de acabar completamente débil y finalmente muerto en el suelo de la que iba a ser su casa.

Ya no había esperanza, todo había terminado para Lorcan, su vida, la cual pensaba nunca tendría fin acababa de terminar de una manera agridulce, sabiendo que dejaba cosas sin hacer pero que, de todas maneras, se uniría a su amada en el infierno.

Sufrirá por ella allí, lo hará con una sonrisa siempre presente, pues ya no vivirán en mundos separados, ya no vivirán lejos el uno del otro, la compañía de ella calmará todo mal. Nunca el amor había alcanzado tal expresión de alegría en el lobo y sin darse siquiera cuenta, moribundo ya a punto de dejar el mundo sonrió, pero sonrió con calma, sabiendo que había encontrado la salida, sabiendo que todo lo que siempre había querido, deseado y amado estaría en sus manos de nuevo en cuestión de segundos.

Puede que esta no fuera una muerte ejemplar, puede que él no fuera el amante más destacado, pero había caminado, vagado por el mundo en busca de su amor, volver a verla, cuando en realidad, todo lo que había deseado tenía un pequeño precio.

Su cabeza le pesaba, todo le daba vueltas mientras aquella sonrisa casi infantil y angelical persistía en su cansado y derrotado rostro. Deja caer su cabeza lentamente, hasta acabar por fin con su larga vida.

-FIN DE LA VIDA DE LORCAN DORELLE, HOMBRE LOBO NACIDO EN VARSOVIA-