By the beautifull sea (Hayde Levedev)

Quedaban dos escasas semanas ya para la gran boda y God Sent había dejado que Hayde se ocupara básicamente de todo, aunque había conseguido que ella dejara que la invitación a su boda fuera mundial y todo aquel que quisiera estuviera invitado, además de, como provocación a la AVL también le pidió a Hayde que celebraran la boda a la luz de la luna, en una velada maravillosa y perfecta.

Su prometida al final había cedido a todo aquello y God Sent estaba completamente orgulloso de su persuasión. Cada día se atenuaban más y más los enfrentamientos entre la Iglesia y la AVL; en los últimos días se habían cometido diversos actos, tanto por la AVL como por ellos, que mostraban que la guerra no tardaría mucho en llegar, aunque Axel no quisiera que su futura esposa estuviera comprometida con todo aquello.

Ahora, disfrutando de un maravilloso día libre, él, aunque no era gran amante del mar, la había llevado a la playa de Baton Rouge a pasar la mañana y ahora, al mediodía, se encontraban en el puerto de BR, donde había todo tipo de servicios, tiendas y restaurantes.

- Te apetece comer ya, o damos una vuelta por el lugar?- le preguntó, sosteniendo la mano de ella, cubiertos sus ojos de hielo azul por unas gafas de sol.

- Lo que usted quiera, mi dama.- dijo recalcando aquel "mi" posesivo y a la vez romántico, mientras todavía agarrando a ella, caminaba por aquel suelo de madera sostenido encima del mar. A lo lejos se podía ver su destino final, la extensa y ahora soleada playa de Baton Rouge.

Comenzó a pasear junto a ella con lentitud, tenía cosas que preguntarle.

- Te encuentras nerviosa por todo esto de la boda?- preguntó girándose hacia ella mientras seguían caminando. God Sent no tenía mucho nerviosismo por aquello, o por lo menos no notable exteriormente.

El joven se alegraba de todo aquello como ningún otro, más aún por el hecho de que era él quien se iba a casar y porque lo hacía con Hayde. Caminó junto a ella siendo abrazado por esta mientras llevaba en una mano una mochila con lo necesario para aquel día de playa.

- Me encantaría ver el vestido, seguro te ves preciosísima con él.- argumentó con tranquilidad, esbozando una sonrisa. - Pero ver a la novia con el vestido antes de la boda es señal de mala suerte.- terminó por añadir.

Asintió lentamente mientras continuaba caminando junto a ella, no pudiendo evitar reír cuando vió su reacción hacia el ataque de la luz solar a su pelo, acompañando la de ella.

Pronto ambos se acercaron al final de aquel gran puerto, donde empezaba al otro lado de este una inmensa playa perfectamente soleada y con varios humanos.

- Deberíamos darnos un baño, no crees?- preguntó alzando una ceja, divertido, volviendo su vista a ella.

Su risa melódica acompañó en todo momento la de ella, divertido ante la situación aquella por demás; era evidente que God Sent no le había hablado de todo lo relacionado con el sol que podía afectar a los que se exponían a este, pero era raro el tener que explicarle aquello.

Después de abrazarla ambos caminaron hasta llegar a una de las sombrillas ya puestas allí y debajo de esta Axel colocó ambas toallas y sus pertenencias.

- Bien; ya tenemos sitio, ¿vamos a bañarnos?- preguntó mientras señalaba con la cabeza la orilla de aquella enorme playa.

(Cuesta, cuesta xD menos mal que no me pasó nunca jajaj)

El frenesí al que ella lo transportaba era algo impresionante y digno de admirar por parte del chico; nunca había conocido a una mujer tan activa como Hayde, quizás eso también lo había encandilado y prendado de ella.

Tras todos esos movimientos tan fugazes ambos terminaron ya en el agua, en la zona de la orilla, adentrándose cada vez más y más en las cálidas aguas de la playa del Sea Port.

Interesado por lo que había atrapado ella pronto pudo denotar que aquello era una broma, con una expresión seria y enfadada que pronto se convirtió en una mueca de diversión y mal pensamiento absoluto el chico consiguió atrapar a su sirena y cogiéndola en brazos cual damisela la fe acercando a la zona profunda, hasta estar listo para tirarla allí y mojarla entera a modo de dulce venganza.

No podia parar de reir, aquello era una especie de break entre toda la maldad y tristeza que era para God Sent su vida real.

Acabo sumido por el agua en una pequeña venganza de ella y rio con sorna al abrir ambos ojos debajo del agua y encontrarse a ella; sonriendo feliz por su venganza.

El chico se acerco peligrosamente a ella debajo del agua y beso sus labios divertido, antes de alzarla en sus brazos fuera del agua.

- Seras vengativa!.- le reprocho riendo.

Le hacía olvidar todo lo que era, le hacía despreocuparse y lo más importante; le hacía reír cual niño. Mojado por ella cerró ambos ojos momentáneamente mientras sentía de nuevo los labios de ella junto a los suyos y sujetaba firmemente a ella por la espalda.

Comenzó a moverse por el agua, llevándola sin acabar todavía aquel perfecto y eterno beso. Pronto tuvo que darle fin para coger algo de aire; no porque se ahogara, sino porque necesitaba una excusa para llevar a cabo su maléfico plan.

Con una sonrisa divertida la tomó más sujeta con ambos brazos y se zambulló debajo del agua donde pequeños peces plateados parecían huir de la pareja asustados por la presencia "humana".

Sonrío con tranquilidad mientras sacaba a su sirena de las profundidades del mar sureño de Baton Rouge y se quedaban ambos flotando en la superficie, todavía él cargando con ella en brazos.

Amaba todo aquello, amaba el descanso y la amaba a ella y el único hecho de pensar en que dentro de un par de semanas iban a contraer matrimonio bajo la santa mirada del padre todopoderoso le ponía los pelos de punta; siempre pensando que acabaría sólo y odiado por todos, ahora podía decir que había una excepción y con el tiempo y si ella también tenía visión de familia, una par más por ejemplo.

- Te amo.- dijo con soltura, ya sin miedo a aquellas dos palabras demasiado comprometedoras.

Pasé mis manos por su cabello, ya en la superficie, peinándole los cabellos que caían sobre su frente. Tomé sus mejillas, apretando mi frente contra la suya, sonriendo al escuchar sus palabras. ~ Yo un infinito más. ~ Cuando trató de negarlo, le tapé la boca con una mano apartándome ligeramente. ~ ¡Sin peros! ~ Aclaré, y poco a poco retiré la mano. Cuando trató de hablar, lo interrumpía con distintos ruidos, para luego reir.

(0ff: Poca inspiracion T_T )

El chico intentaba discutirle aquello pero de ella no salian mas que diversos ruidos que le entorpecian el poder mostrar sus ideas. Asi pues termino por darse por vencido y la beso para acallar aquellos ruidos y asi despues de aquello poder aprovechar el para decirle cuanto la amaba.

-Dejemoslo en empate.- termino por objetar, riendo mientras poco a poco iban acercandose a la orilla. - vamos a tomar un poco el sol?- pregunto alzando la ceja, aquello quizas a su prometida se le hacia algo raro.

(Pues yo siento tardanza, brevedad y falta de tildes T.T xD pal jueves ya podre escribir y pasarme mejor )

Rió con sorna mientras salía junto a ella del agua, tomándola de su mano mientras sentía las olas del mar empujándole levemente.

Finalmente llegaron ambos al sitio donde habían dejado sus toallas y pertenencias en la playa y, primero dejando que ella se sentase en esta, terminó por hacer lo mismo para luego tumbarse sintiendo los rayos de sol que le fulminaban tanto cuerpo como cara.

- Deberíamos darnos algo de protección solar para esto; ¿me comprendes?- preguntó alzando una ceja mientras la observaba, su pelo lucía tremendamente bello y cautivador a la luz solar, como toda ella.

La observó en todo momento, con tranquilidad innata en todo él; pocas veces el mandatario se había sentido nervioso por algún asunto. Esbozó una persistente sonrisa ante el descubrimiento de ella del protector solar que llamaba "crema blanca" a la cual asintió levemente.

Entonces escuchó su pregunta; el mesías lo tenía más que pensado e ideado y esperaba que a ella le pareciera bien. - Nada más terminar la boda nos espera un avión a Bora-bora para pasar seis días allí y luego partir hacia una pequeña isla griega, algo lejana, pero que me pareció perfecta.- le explicó sonriendo. - ¿Te parece buen plan?- alzando una ceja, inquisitivo.