Here I go again (God Sent)

Despues de dos semanas fuera del pueblo, decidi volver.
Y que habia hecho? recorrer una parte que no habia hecho en mi vida, y eso era todo TEXAS.
Aun asi extrañaba el olor de Cave Springs, y las gentes.
Asique la noche anterior habia tomado mi moto y habia vuelto a mi pueblo natal.
Y aqui estaba yo, aqui voy de nuevo, por la carretera principal de las afueras de camino a mi casa y... OH MIERDA! habia pinchado una rueda.
Despacio me retire a un lado de la calzada por si venia algun coche aquella fria noche.
Quite el contacto de la moto y desmonte para mirarla. Tendria que llamar a una grua.

Una música ensordecedora acompañaba su paseo nocturno. Escuchando a leyendas de rock n' roll a todo volumen cantando Thunderstruck el joven líder aceleraba la velocidad de su lujoso coche por las angostas carreteras de aquel lugar.

Tiene sangre en la boca, en gran parte de ella y no puede más que llevarse un dedo a los labios y recoger todo ese tesoro antes de saborearlo de nuevo en su lengua. Aquella noche había masacrado a un vampiro y a su mascotita y le había encantado el que le hubieran pedido clemencia.

Sus ojos azules brillaban tenuemente en la oscuridad, el chico conducía con extremo placer cuando observó que a alguien le había tocado el jodido pinchazo en aquella ruta dejada de la mano de Dios.

Frenó en la cuneta, unos metros delante, saliendo de su coche mientras se acomodaba bien su elegante chaqueta americana gris a la que tanto aprecio tenía.

-Buenas noches.- saludó a la chica rubia con tranquilidad. -Menuda putada no?.- preguntó mientras se agachaba para ver los neumáticos de aquella moto. El viento invernal sacudía levemente su cabello.

Vi a lo lejos de esa estropeada carretera las luces de un coche, supuse que pasaria de largo pero no, antes de llegar donde yo estaba el coche aminoro la marcha hasta detenerse. Alguien salio del coche.

Mientras miraba mis ruedas el se acerco, un tipo bien vestido y que por lo que vi de lejos, tenia un cochazo impresionante asique debia manejar bastante dinero.

- Una putada es poco... tendre que llamar a una grua y a saber las horas que tardaran en venir - Dije suspirando y retiran mi pelo de la cara. Me movi hacia la otra rueda y con una patadita note que no le habia pasado nada. - No tendra por ahi un movil? No se donde coño he metido el mio.

El chico continuó observando la rueda pinchada mientras escuchaba a la chica hablar. Sonríe asintiendo a las palabras de ella mientras se coloca su americana de nuevo bien, maniático.

-De qué marca son las ruedas?- preguntó alzando una ceja.

- Creo recordar que son unos Cooper. Son algo dificiles de encontrar pero eso es lo que menos me preocupa.

Dije mientras metia las manos en todos los bolsillos de mi pantalon y recorde que el movil lo habia metido en maletero de la moto. Fui hasta alli y lo cogi marcando rapidamente el numero del seguro.

Levantó el dedo pidiendo un segundo mientras se acercaba a ella y le colgaba el móvil. Entonces desapareció a la velocidad de la luz y veinte segundos después apareció con un neumático cooper entre las manos además de lo necesario para instalarlo todo.

Con tranquilidad se remanga la chaqueta y comienza a arreglar aquella rueda pinchada como mejor sabía. -tranquila, confía en mí, en cuestión de segundos tendrás todo arreglado.- le comentó.

En el momento que desaparecio, se callo mi movil al suelo.
Me quede con la boca abierta y pocos segundos despues ya estaba de nuevo a mi lado con todo el material y la rueda Cooper.

- Pero que coño?...

No pude decir mas, el se puso manos a la obra pidiendo que esperara un poco. Y en menos de 30 segundos la rueda de mi Harley ya estaba como nueva.

- Gra... acias... supongo!

Dije todavia perpleja por aquello que acababa de ver

Terminó con aquello finalmente y una sonrisa arrogante apareció en su rostro mientras se erguía arreglándose su traje de nuevo.

-Soy God Sent.- se presentó. - Me conoces?- preguntó luego con extrema tranquilidad mientras arqueaba una ceja.

Le mire atonita, fijandome en su rostro. Me sonaba aquella cara con las facciones finas y boca pequeña pero no tenia ni idea de quien era.

- Audrey Tatum... me suenas pero... de que deberia conocerte?

Dije mientras intentaba recordar algo, una imagen de el en la television.

- God Sent, jefe de la Iglesia del Sol- dijo mientras estrechaba su mano con decisión. - Ya sabes, los que queremos que desaparezcan los chupasangres.- le explicó brevemente con una sonrisa maliciosa y arrogante.

Alce una ceja porque recordaba exactamente de que le conocia, le habia visto muchas veces en la television.
Siempre me quedaba enbobada mirando sus entrevistas aunque no coincidiera especialmente en su ideologia.

- Te conozco si, en cuanto a lo de quitar del medio a los chupasangres... no es algo que comparta mucho.

-No eres la primera en discrepar con mi mentalidad.- dijo el chico esbozando una arrogante sonrisa. -Ni la primera ni la última.- aclaró con tranquilidad.

-Pero dime Audrey, piensa en qué hubiera sucedido si un vampiro hubiera aparecido en vez de yo.-comenzó con su lavado de cerebro que utilizaba en tantos discursos.

Le mire atenta a lo que acababa de sugerirme, era cierto que nadie sabria que hubiera pasado si hubiera aparecidos un vampiro.
Se aclaro la gargante un poco

- Podria haber pasado cualquier cosa pero dime, a pesar de no ser un vampiro, no me fio especialmente de ti.

Dije convencida

- Nadie en esta época se puede fiar de un supuesto amante del viejo estilo y que no quiere ningún tipo de cambio.- le comentó con aquella sonrisa todavía persistente. - O así parece ser que me ven todos, como un simple calzonazos. Cuando en realidad ellos son los antiprogresistas.- explicó.

- Y ¿cómo te sentirías Audrey si a una persona se le dotara de la capacidad de vivir para siempre a cambio de alimentarse de miembros de su antigua especie?- continuó. - ¿No te parece algo completamente egoista, anteponer cualquier muerte a la tuya?

- Es algo muy egoista y con lo que no estoy de acuerdo.
Y tenia que reconocerlo, le daba bastante igual si los vampiros existian o no, si se mezclaban entre los humanos o no, pero siempre y cuando no los mordieran.
- Aun asi, la rappidez con la que antes te moviste... eso no lo he visto nunca entre humanos.

-Claro que no Audrey, no soy un humano, un humano normal y corriente.- le explicó con seriedad. -Poseo ciertas... Habilidades poco comunes entre humanos.- comentó esbozando una sonrisa.

-Conoces a los gorriones egipcios?- comenzó con sus comparaciones. -Verás, estas peculiares aves tienden a vivir en la boca de los cocodrilos y se alimentan de la suciedad de sus dientes, es decir, les son completamente útiles.- dijo con tono tranquilo y seguro de lo que decía. -Cuando ya no queda suciedad en los dientes del cocodrilo emigran a otro.- terminó.

-Yo soy igual que ese tipo de ave, me encuentro aquí para limpiar la humanidad, los dientes de cocodrilo, de los vampiros que son mera suciedad. - aquello serviría para expresarse bien.

- God, puedo preguntarte algo?
Dije seria ya que la historia que me habia contado de esos pajaros, los cocodrilos, era bastante convincente.
- Como piensas acabar con todos ellos? Son muchisimo, solo en Luisiana.
Haria falta muchisima gente para acabar con todos ellos, y no creia que todos tuvieran las habillidades de God Sent.

- Con ayuda de humanos que se presten como salvadores.- dijo él con mirada serena y solemne en medio de aquella oscuridad.

- Veo que en tí hay fuerza, un aura...- soltó de improvisto. - Me encantaría tenerte en mi instituto de salvadores.- añadió hilando palabra por palabra con rapidez, formando conceptos en su cabeza.

- Cuando empezaria todo eso?

Dije pensandome seriamente el entrar en ese instituto mencionado por el, donde nos enseñarian como ser salvadores.

- Y todavia mas importante, que pasa si decido no continuar con vosotros?

- Dentro de poco, estamos acabando ya con la construcción y desarrollo del proyecto. En cuestión de días comienza.- respondió él con suma tranquilidad a su primera pregunta. Escucha la segunda y se queda pensativo por unos momentos.

- Pues que serías uno de esos pasotas que les da igual perder su vida en cualquier momento y que no hacen nada por remediarlo.- dijo sonriendo con amarga sinceridad.

- Puede que pruebe, me gustaria ayudar a mi raza.

Dije intentando convencerme a mi misma de que seria buena idea.

- Como sabre cuando empieza todo?

- Nosotros nos pondremos en contacto contigo.- le dijo con una radiante sonrisa. - Y ahora si me disculpas, tengo que seguir con mi camino.- informó mientras volvía la vista hacia su querido coche.

-Nos veremos pronto Audrey.- se despidió antes de ir a su coche.

- Hasta pronto God!

Comente mientras me arreglaba la chaqueta, me insertaba el casco en la cabeza y arrancando la moto sali disparada.