¿Who will forget that? (8) (God Sent)

Esta vez iban ambos en el Porsche 911 negro de Hayde, su segundo amor (XD),Claro, el primero era el perfecto God sent, que iba mirando con atención desde el asiento del copiloto. Esa noche la pelirroja/castaña, "híbrida" (xD) llevaba un vestido hasta las rodillas Strapless, de un color rojo, con unos zapatos negros, y claro, el cabello suelto.

Hayde tenía suerte de tener un auto Automático, y no tenía que hacer cambios, pero conducía como salvaje (Cuando alguien va con Hayde en el auto, puede llegar a traumarse) pero, por suerte de principiante iba sin chocar ni nada. Pronto, vió una esquina llena de agua, y al lado del relieve había un muchacho pálido en una moto, tratando de atravesarlo. - Vampiro. - Susurró, y dió una salvaje frenada, mojando completamente al que iba en la moto.

Se carcajeó por un buen rato, tomando la mano del Enviado. Pronto aceleró lo más que pudo, haciendola pegarse contra su asiento, pero sin que el auto perdiera el control ni chocara. - Aprendí del maestro. - Le guiñó un ojo, y volvió a posar la vista en las calles. Ya estaban cerca. Pronto le dijo que cerrara los ojos, y aparcó en la Disco donde no se permitian vampiros. Salió del auto, y con una velocidad única le abrió la puerta del copiloto. Cuando estuvieron en la entrada, dijo: - ¡Puedes abrirlos!

Off: Mi super vestido :

Spoiler:

Mi super cabello xD:

Spoiler:

Y mis hijos... digo mis zapatos xD y mi sobrinito.. digo mi bolso (I zapatos&bolsos) :

Spoiler:

Se dejó llevar por Hayde en el Prosche 911 negro de ella, contemplando con avidez cuanto sucedía fuera de este y de vez en cuando observaba a Hayde que aquella noche estaba perfecta. Tanto que incluso quizás no llegaba a tener miedo por su vida, aún viendo como conducía aquella mujer.

No pudo evitar reír ante la acción de su novia, sin duda él hubiera hecho algo peor con aquel vampiro pero, por un día, cree que podría quizás dejar sus ganas de matar de lado.

Pronto y cuando ella le dijo, abrió los ojos observando donde se encontraban, en la discoteca anti-vampiros, genial, podría bailar un buen rato con ella sin preocuparse por la existencia de vampiros por allí.

_Espero que no estes tan traumado por mi "Habilidad" al volante. - Soltó una risa, tomando su mano y el guardia los paró. - Hayde Levedev. - Dijo, y este comenzó a buscar en la lista. Luego les abrió paso, y avanzaron. - Ni preguntes como conseguí licencia. - Le sonrió "inocente" y con una sonrisa apoyó su cabeza en el hombro del enviado.

Cuando finalmente entraron, la musica se reproducía a todo volúmen, e hizo sonreir abiertamente a Hayde, y apurar el paso, retirando lentamente su cabeza de su sitio.

Se dejó guíar entre la muchedumbre por Hayde, escuchando aquella música tan fuerte que lo revolucionaba. El chico siempre había sido muy sensitivo en cuanto a temas musicales y el escuchar aquella música a tal volumen lo obligaba a olvidarse de todo y a bailar despreocupado con ella, divertirse en la noche.

Comenzó a bailar, tomada de las manos de su amado, y dando varias vueltas mientras que reía y se divertía. Hace tiempo que no bailaba alocadamente, tal vez dar giros enfrente de su espejo con el Ipod puesto, pero ahora sí se estaba divirtiendo. La música cambió repentinamente, a algo lento, y todas las parejas bailaban juntas.

Tomó ambas manos del Enviado, y las pasó por su cintura sonrojándose, y lo abrazó mientras que daba ligeros pasos y unas vueltas lentas.

Lo suyo eran más las lentas, no porque no supiera bailar o fuera un carcamal, simplemente le gustaba aquel tipo de baile lento, tranquilo y habilidoso. Así pues pasó ambas manos por la cintura de ella, guiándose por sus manos, observando cómo ella se sonrojaba, esbozando una tranquila e inocente sonrisa.

Observó su sonrisa, y pronto se calmó, devolviendole la sonrisa. Lo besó lentamente, pero se mantuvo, hasta que apoyó el menton en su hombro, con la cabeza rozando su mejilla, viendo a todas las parejas, y parejas de baile, moverse alrededor de la pista dando ligeras vueltas, abrazados tal como la "Pareja Perfecta", formada por el Enviado y Hayde.

El chico inspiró aroma de Hayde con total libertad, enamorado de aquella mujer todo lo que podía estarlo. Y, en cuestión de horas, quizás minutos, se enfrentaría al destino cara a cara.

Pero ahora debía disfrutar de aquello, bailar junto a su amada de forma lenta y tranquila, exactamente como al enviado le gustaba.

Siguió bailando con ligereza, viendo directo a la nada, apoyada en el hombro y el cuello de su amado. Cerró por un momento los ojos, y al olerlo, sus sentimientos se hicieron presentes en el pensamiento de Hayde. Lo sentía muy tranquilo, pero al mismo tiempo algo tenso. Hayde se había acostumbrado a poder ver sus sentimientos, porque hace un tiempo habían establecido la conexión de sangre.

_¿Sucede algo, sweetheart? - Preguntó, alejandose de a poco para ver su rostro, con una expresión algo preocupada.

Esbozó una más que sincera sonrisa, comprendiendo que su unión de sangre era quizás demasiado fuerte.

-Nada de lo que debas preocuparte.- le comentó besándola levemente antes de reanudar aquel baile. -Sólo que, después de la discoteca, tengo una sorpresa para tí.- informó feliz, mientras continuaba bailando con total destreza.

Soltó un suspiro. El solo pensar que su amado estaba mal la tensaba por completo. Luego escuchó su ultimo comentario. ¿Que sería? Estaba emocionada, y sobre todo la curiosidad le picaba.

_¿Una pista? ¿Es cuadrado? - Preguntó, llevandose un dedo a los labios como pensando. No detuvo el baile, y siguió dando varias vueltas mientras lo miraba.

Niega rotundo con la cabeza, divertido. -No hay pistas.- le informó esbozando una sonrisa. Continuaba bailando junto a ella, más relajado que hacía un par de minutos, intentando olvidarse de todo lo que acaecería en un par de horas.

-Es una gran sorpresa.- le informó, susurrándole al oído mientras continuaba con aquel lento baile.

Se mordió el labio de abajo, muerta por la intriga. Sin embargo, lo volvió a abrazar mientras que cambiaba a otra cancion lenta, y jugaba con algunos de sus cabellos. Besó ligeramente su nuca, apenas rozando sus labios y repentinamente cambió la musica a algo rápido, que nunca había escuchado.

Al separarse de a poco, lo miró en busca de ayuda. Miró a su alrededor, todos parecían quedar como moscas ante esa música, y Hayde no sabía como bailar. - ¿Ah? Lamento mi falta de modernidad, hace mas de 100 años que no entro a una disco. - Soltó una risita, tomándolo de la mano.

Suelta una pequeña risa mientras observa a todos aquellos modernos bailar de aquella forma tan frenética y alocada. Volvió su vista hacia ella mientras escuchaba su comentario con algo de dificultad entre aquel ruido.

-Es la primera vez que entro en una.- llega a gritarlo porque el volumen de la música era demasiado alto. - Y no es que esta música me guste.- añade, él era amante de la música clásica, no de esta tan frenética y vanguardista.

Soltó una risa, ya que estaban en las mismas y tomó su mano, guiándolo hasta unas mesas, que con tanto alboroto en la pista estaban casi vacías. En ese lugar la música llegaba con menos fuerza, y se podía hablar normalmente... okay, con normalmente era un poco mas fuerte de lo normal.

Se sentó junto a el, al lado en un par de sillas con una pequeña mesa para tomar algun trago. Cuando el de la barra se les acercó, Hayde alzó una mano. - Para mi nada, no bebo. - Sonrió con amabilidad y miró a su amado.

Se sentó junto a ella en la mesa de aquella discoteca, pidiendo un simple botellín de agua, porque el día siguiente tenía que estar en el instituto de la Luz, impartiendo clases.

La tomó de la mano con firmeza mientras la observa con completo detenimiento, contemplando analizante las facciones de ella. -Cómo te fueron estos primeros días como humana de nuevo?- preguntó alzando una ceja, aunque no fuera realmente una humana.

_Fueron las mejores semanas de toda mi extistencia, y tengo 309 años, no viví poco. - Susurró al oído lo ultimo, y luego se alejó de a poco con una enorme sonrisa. Lo miró a los ojos, y pronto se acomodó en su hombro, tan enamorada de todo su ser, de su forma de ser, de su forma de quererla, de su forma de todo.

Enredó sus dedos con los de el, besando ligeramente su mejilla, sin dejar de sonreir. Puede que sonara cursi, pero lo amaba tanto que le regalaría el cielo completo.

Asintió feliz de la respuesta de ella, contemplando aquel ambiente que no le resultaba nada propicio para decirle lo que le quería decir. Apuró lo que le quedaba de agua y se levantó de allí, tendiendo luego su mano a ella para que también se levantara.

- Vamos, volvamos a casa.- le apremió con ternura, mientras pagaba la consumición y caminaba junto a Hayde de la mano hasta el Porsche de ella.

_Claro, vamos cariño. ~ Asintió con la cabeza mientras que avanzaba entre el desastre de gente y llegaba a la salida, y luego se encaminaba hasta donde estaba aparcado el Porsche, el lujoso auto de Hayde. Cuando se encontraron junto al Porsche, Hayde apretó el bottom que daba el mando para que se destrabaran las puertas, y besó los labios del Enviado, un tierno beso.

Entró al auto, colocó la llave y volvió a salir sin cerrar la puerta, ya que si se quedaba la llave dentro estaban ambos mas que muertos. Lo guió hasta la puerta del "Copiloto" y también abrió la puerta en silencio.

Salieron finalmente fuera de aquel local y el chico se adentró en el fabuloso auto de su chica, más que pensativo. No sabía cómo decírselo y ahora se encontraba entre la espada y la pared, buscando las mejores palabras para decirle cuanto la amaba. Durante el trayecto en coche se había debatido completamente, con la mirada en el infinito.

(abres en la mansioncilla? :3 )

(Nop nop, yo abri este post xD)

(Bueno, bueno, yo abro xD)