Esperando (Aerith y Chris)

Hacía dos días que no aparecía por este lugar, quizá Aerith pensaría que ya no iba a volver. De todos modos no creo que le importara demasiado. La verdad es que me daba vergüenza aparecer por aquí sin conseguir un trabajo. Igual ha cambiado de idea... y estoy de nuevo sin techo.

Me senté en el suelo y apoyé la espalda en la caravana, mientras me entretenía tirando unas piedritas a un árbol viejo que había cerca, una niña se me quedó mirando. Cuando le devolví la mirada, la niña salió corriendo a esconderse en una caravana.

-"Que gente más rara"-me dije.

Mientras esperaba, me plantee varias cuestiones: ¿Y si no aparecía? ¿Y si me ignoraba? Ella me conocía de hacía tiempo, dios... porqué tengo tanto miedo a que se olvide de mí, si ni si quiera la conozco... o eso creo yo. La verdad es que aquellas imágenes que tuve sobre ella, no me las termino de creer. He pasado por muchas cosas y apenas recuerdo los rostros de mi familia... ¿era ese el precio del olvido? y ¿me iba a quedar de brazos cruzados sin hacer nada?

A veces pienso que me estoy volviendo loco...

Llegué a la caravana, tenía cara de sueño y no me encontraba demasiado bien. Caminé fijándme bien en donde pisaba, para no darme algún golpe, hasta que llegué a la puerta ví a Chris.

- Vaya, pero mira quién ha decidido aparecer - dije sonriendo - dónde se supone que estabas?

Llevaba varios días sin verle, y aunque sabía que era un ser aún más libre que yo, me preocupaba que pudiese pasarle algo.

- Estaba preocupada... podrías haber avisado de que no ibas a aparecer - dije abriendo la puerta para entrar y darme una ducha.

Me hallaba sentado en el suelo, con una rodilla elevada en la que apoyaba mi brazo, y con el otro lanzaba piedras a lo lejos. Estaba completamente desnudo, debí de rasgar mi ropa cuando me transformé anoche.

-Todo se complicó un poco-me puse en pie y me acerqué a la puerta-, ¿puedo pasar?-pregunté-, las señoras de la caravana de enfrente no dejan de mirarme.

Reí ante el comentario.

- Vamos pasa, no quiero que las vecinas te violen - entré y dejé mi bolso en la mesa - bueno pues cuentame qué has estado haciendo estos dos días

Mientras él hablaba me puse a coger una muda para ducharme y mi neceser.

No sabía por donde empezar, y creo que lo mejor sería contarle todo lo ocurrido, pues... estaba en deuda con ella. Pero no estaba en condiciones para contar nada y parecía que ella necesitaba darse una larga ducha.

-¿Qué te parece si te das esa ducha... me das algo de ropa... y comemos mientras hablamos?-reí-, la historia es larga.

- En la habitación hay una especie de cajonera encima de la cama, allí hay algo de ropa de Eric, coge la que quieras - dije son una sonrisa en el rostro

Yo me metí en el pequeño baño. No había mucho espacio, un retrete y un plato de ducha. Cerré la puerta tras de mi y me miré en el espejo que había al lado del retrete. Dejé el neceser a un lado y sequé de él un pqueño bote, era V. Con el cuenta-gotas lo abrí y dejé caer una gota en mi boca.

El efcto fué inmediato, todo empezó a verse de un tono distino, podía dislumbrar con más claridad, era capaz de ver las partículas de polvo del aire, de sentir con más intensidad el calor que hacía siempre en el pueblom, incluso el olor mi propio sudor.

Volví a guardar el frasco y me desvestí, lueog me meti en el ducha y me bañé. Pude sentir el agua caliente callendo por mi cuerpo, chocándo con mi calor corporal. La sensación era increible, por fin estaba en total sintonia con la naturaleza.

Después de un rato duchándome salí de allí, me sequé y me puse ropa limpia.

Spoiler:

Luego salí, con mucha mejor cara debido a la sangre de vampiro, pero al menos ya no tenía esa pinta horrible del mono.

Cuando salí dejé la ropa sucia en un cesto para ir a la lavandería a limpiarla y saqué algo de comida chica que había en la nevera. La calenté en el microhondas y me sneté, dejándo algo de comida para Chris tambhién en la mesa.

- Bueno pues cuenta - dije

Cogí un pantalón y una camisa del cajón. Me senté y esperé hasta que ella saliera de la ducha.

-Me fui a un bar. Allí conocí a una chica, yo estaba un poco ido así que me llevó a su casa. Amanecí allí y me fui después al muelle a pensar sobre lo ocurrido, y de repente, me convierto en un héroe salvando a una chica de una caída peligrosa. Las dos saben lo que soy... Esa noche dormí en la playa. Al día siguiente decidí volver a visitar a la chica que me había acogido, la verdad no sé por qué fui, es como si tuviese algo que me atrajera... alguna extraña habilidad que me ciega por completo... y... todo ocurrió muy rápido, me quedé con ella hasta caer la tarde y tuvimos que salir a toda prisa hasta el bosque, ya que había luna llena, donde me transformé y me escondí.

Me quedé un rato pensativo, el resumen había sido muy claro pero quizá había escondido los mejores detalles. Tal vez ella conociera a las chicas así que decidí decir sus nombres.

-La que me ayudó fue Claudine, no se si la conocerás y la que rescaté se llama... Afry, creo que estará algunos días cojeando, tuve que llevarla en brazos.

Le observé durante su narración de la historia.

- Pues a Claudine la conocí ayer por la mañana y a Afry también la conocí, las dos trabajan en el Last Bite - recondré lo que Claudine me había dicho - Claudine me dijo algo de que te habías emborrachado - dije medio riendo - la verdad es que es una lástima que me lo perdiese

La comida sabía increiblemente bien, incluso para estar algo rancia por estar precocinada, así que la saboreé todo lo que pude.

- Parecen buenas chicas y son muy guapas - sonreí

-Sí, lo curioso es que las dos tienen que ver con vampiros y... la verdad estoy sorprendido hay más criaturas en este pueblo... No se si podre estar mucho tiempo aquí... esos vampiros.... puff

- Es algo a lo que te tendrás que acostumbrar, los vampiros cada vez están más integrados en la sociedad - cuando terminé de comer cogí el paquete de comida china y lo tiré a la basura.

Me lavé los dientes y luego volví a donde estaba Chris.

- Voy a la cama, si queires seguimos hablando allí - dije llendo hacía la cama, rozándo con mis dedos todos los muebles para notar su tacto. Luego me dejé caer en la cama y me puse boca arriba, atenta a lo que contestaría Chris.

- De todas formas si no quieres estar con un vampiro lo mejor es intentar no toparte con ellos

-Dios están por todas partes...-comenté.

Me sorprendió su propuesta y su gestos me dejaron bloqueado.

-Creo que voy a darme una relajante ducha primero, estoy... hecho polvo-dije ignorando su comentario sobre vampiros.

Agarré ropa interior de un cajon-limpia por supuesto-y me metí en la ducha. Cuando terminé me puse los boxer y me senté un momento en el sillón a pensar. Apoyé los codos en la mesa y escuché la serena respiración de Aerith.

"¿Se supone que vamos a dormir juntos? Dios... esta mujer no sabe cuanto hace que yo no... bueno ayer... pero esa no cuenta..."-pensé para mis adentros.

Me acerqué a la cama en la que ella parecía descansar. Estaba en alto, había que subir unas pequeñas escaleras de mano de cuatro peldaños para alcanzarla. Un salto, la despertaría, así que decidí usarlas. Ella parecía ocuparse toda la extensa cama, la cual era bastante ancha pero la distancia hasta el techo no era demasiado amplia para mí. Sin querer me golpeé la cabeza y me tape la boca rapidamete como acto reflejo para no despertarla.

Ella se movió hacia un lado pero no se despertó o al menos no parecía despierta. Me agazapé a un lado e intente taparme con un pequeño trozo de sábana que había dejado libre.

"¿Por qué me da tanto respeto esta mujer? ¿Será por lo de su novio?", pensé.

Mientras esperaba a Chris me quedé dormida, aunque no era un sueño profundo, sino más bien una especie de trance. Era capaz de escuchar todo loq ue ocurria a mi alrededor, así que no té como Chris usaba las escalelra y como incluso se daba un golpe contra algo.

Cuando se hubo acostado a mi lado, volví a girar mi cuerpo hasta qudar abrazada a él. Su cuerpo desprendía mucho calor, lo que me reconfortaba bastante. Incluso fuí capaz de notar como su energía pasaba a través de mi, la sensación era incrieble, aunque sabía que eso de debía al V me encantaba.

- Chris... por qué decidistes vivir en el bosque? - pregunté sin abrir los ojos y aún abrazado a él.

-¿Así que estabas despierta eh?

Sonreí y aproveché que estaba despierta para acomodarme un poco más. Me puse boca arriba y ella se apoyó sobre mi pecho.

-Me enamoré de una ardilla-bromeé-. En realidad, fue porque me ocurrió algo terrible cerca de los humanos, y no quise convertirme en un monstruo. Y tú dirás... ¿por qué ahora sí? Este lugar está lleno de miles de criaturas como yo y aquí me siento diferente, siento que puedo ser uno más. Cuando os conocí a tí, a Claudine y a Afry, me di cuenta de que podía cambiar, de que solo tenía que evitar esa luna y entonces todo iría mejor.

- No tienes que evitar la luna - dije sin moverme del sitio - simplemente con salir al bosque basta... es lo que he hecho yo estos días

Durante los días de luna llena también solía transformarme, mi parte animal me lo pedía más que nunca, por eso le comprendía.

- Por suerte el camping está cerca del b osque, así que cuando queiras relajarte en forma de lobito puedes ir para allá

-Si, eso sería fantástico-suspiré-el problema es que a veces no lo controlo y puedo hacer daño... ya lo hice una vez, podría volver a ocurrir, tengo que tener cuidado y... ser fuerte. Quiero aprender a controlarlo.

Levanté los brazos por encima de mi cabeza y me apoyé en ellos como si fueran una almohada.

-Bueno, basta de hablar de mí que luego tendrás pesadillas. Buenas noches...-cerré los ojos.

Le dí un pequeño beso en el pecho y luego me acomodé.

- Buenas noches

A los pocos minutos me quedé dormida, relajada con la respiración de Chris.

Después de un largo sueño desperté. Había soñado con Inglaterra, con la época en la que no tenía que huir de nadie y era faliz al lado de Eric.

A mi lado Chris seguía durmiendo, era increiblemente tierno verle dormir. Acaricié ligeramente su cara, le dí un beso en la frente y me levanté para prepararme para ir a trabajar, pero primero habría que hacer algo de comer.

Abri mi pequeña nevera y saqué algo de pollo que había y me puse a hacerlo en salsa, al menos así comeríamos tranquilos y mañana iría a hacer la compra.

Un rico olor llegó hasta mi nariz. Abrí los ojos, estaba totalmente estirado en la cama, y solo. Me levanté rápidamente preocupado y sin querer volví a golpearme con el techo.

-¡Auch!-me llevé la mano a la cabeza-, ¿Aerith?

Me asomé y la descubrí concinando algo que parecía muy sabroso.

-Vaya, eso tiene buena pinta-reí.

Bajé de un salto y juraría que la caravana tembló por un momento.

-Wow, eso es un buen desayuno. Oye he ido a buscar trabajo a un taller que hay por aquí cerca. La mecánica no se me da nada mal pero... me temo que está cerrado por vacaciones, estoy esperando a ver si vuelven y les suplicaré un puesto. Busqué por algunos bares, pero repartir copas no es lo mío-reí.

- Bueno por ahora no hay prisa - dije mientras cortaba algo de cebolla para la salsa - pero si te vas a quedar aquí por mucho tiempo será bueno que consigas algo de dinero, porque comes por dos

Esto último lo dije riendo, mientras etaba atenta al cuchillo para no cortarme, conociendo lo torpe que era seguroq ue con un descuido me llevaba un dedo por delante.