Demasiado tiempo libre (libre)

Empezaba a pensar que iba a necesitar un trabajo o algo que hacer, me aburría. No era por menospreciar el pueblo ni a su gente, pero tenía demasiado tiempo libre, demasiado tiempo para distraerme. Se podía decir que me había recorrido cada rincón de Cave Springs.

Aquella mañana desperté con la esperanza de que aquel día ocurriría algo divertido, pero eran las seis de la tarde y, bajo un sol aún achicharrante, me había sentado en un banco de la zona residencial. Música en mis oídos, algo pop, y un cuaderno en la mano con muchos nombres de ciudades y diferentes colores. Empezaba a considerar mi siguiente destino.

Cave Springs, lugar tranquilo, al menos a mi ver. Demasiado tiempo había estado acostumbrado al bullicio, tal vez a los disparos, gritos. Pero la tranquilidad ahora, sin duda alguna, reinaba en aquel lugar, o al menos eso le parecía a ver. Aunque siempre estaba la cuestión de, ¿qué hacer en la noche? No lo sabía ni él mismo, solo trabajar, trabajar, y tocar la guitarra, al menos eso le distraia.

La mañana en Cave Springs, de momento, era monótona, como costumbre. Simplemente permanecía sentado, a la sombra de un arbol y un banco solitario, mientras, tomaba mi guitarra, la cual llevaba en una funda colgada a mi espalda y me preparaba para tocar algo, solamente por el mero hecho de escuchar algo y distraerse, tal vez incluso ganar algo de dinero, algo que no le importaba mucho. Tal vez así, mataria el tiempo...

Cerré la pequeña libreta de golpe, ya lo pensaría más adelante. La guardé en el bolso y sin querer estiré de uno de los auriculares, haciendo que se desprendiesen de mis oidos. Maldecí por lo bajo. Mientras me disponía a ponermelos escuché música venir de alguna parte, una guitarra. Me encantaba la música. Me giré con un movimiento de cabeza buscando de donde procedía la melodía y le vi a él, bajo un arbol tocando tranquilamente la guitarra. Sonreí, algo de diversión al fin. Conocer a gente era divertido.
Cargué mi bolso a el hombro y me acerqué a él quien se percató de mi presencia y levantó la mirada, sonreí radiantemente.

- Buena música.

Levanté la vista, observando a la chica que hablaba. Ladee la cabeza, observando nuevamente mi guitarra y después a ella, esbozando una leve sonrisa de medio lado, asintiendo agradecido.

-Muchas gracias señorita - dije sinceramente. -Me alegro que alguien al menos se digne a decir algo, o no sé, ya si gusta puede dejar alguna propina - bromeé tranquilamente, mientras me volvía a centrar en mi guitarra, tocando tranquilamente mientras esperaba que la chica volviera a hablar.

Puse una media sonrisa.
- La verdad es que te la mereces... pero he salido de casa sin dinero ¿que digo casa? Por no tener no tengo ni casa - reí por lo bajo.
Me percaté de que seguía tocando y callé para escucharle tocar. Me apoyé en el arbol y observé como movía sus dedos sobre las cuerdas, como hacía que de un simple movimiento fluyesen notas. Siempre había querido aprender, pero simplemente no tenía tiempo.
- ¿Vives de esto? - pregunté con interés.

Sonreí asintiendo ante lo que decia mientras seguía tocando, entrecerrando los ojos hasta que finalmente, preguntó nuevamente sobre él. Paró con un golpe seco, que daba a la melodía un buen final. Levanté la mirada y asentí:

-Así es, supongo que vivo de esto, trabajo en un pub, gano dinero, salgo adelante, ya sabes, lo típico - contesté. -¿Y a que se debe eso de no tener casa? ¿Vives en la calle?

- Tengo pinta de vivir en la calle? - dije con una risotada - Acabo de llegar a este lugar, me alojaba en el hostal pero se puede decir que ahora comparto caravana con una amiga. No tengo un hogar fijo - sonreí de nuevo - tiene que ser genial ganar dinero con lo que a uno le gusta, me tienes que decir cual es el pub y esa vez llevaré propina - le guiñé un ojo. Había parado de tocar un segundo y aproveché para alargar la mano - Victoria.

-Por su forma de hablar, por un instante lo pareció - contesté serena y tranquilamente, antes de escuchar todo lo que decía sobre el hostal y su recien llegada. Asentí en silencio mientras clavaba mis ojos en ella en competo silencio. Después, afirmó que llevaria propina al pub, y daria algo, sonreí de medio lado, mientras ella me guiñaba un ojo, a lo que yo no me inmuté. Finalmente, alargó su mano y se presentó, tomé su mano y la estreché asintiendo:

-Christian Sutherland, puedes dejarlo en Chris si gustas - dije tranquilamente.

- Encantada, Chris - dije con una sonrisa - y bien ¿donde trabajas? Tengo mucho tiempo libre, me pasaré con amigas y tendrás doble propina - puse una media sonrisa. Me di cuenta de que el chico no parecía que quisiese seguir hablando, tal vez prefiriese seguir tocando tranquilamente así que decidí que aquellla sería mi última pregunta antes de irme.

-Pues, en un pub de las afueras, aunque posiblemente intente buscar trabajo en otro, pero, de momento me da el apaño - sonreí mientras guardaba la guitarra en su funda, una vez hecho, me levanté, escuchándola hablar nuevamente. Reí un momento y sonreí asintiendo. -Lo agradeceria, ademas, asi conozco a la gente de la zona, no la conozco mucho que digamos - comenté tranquilamente.

Guardo la guitarra y siguió hablando, tal vez me equivocaba. Seguía apoyada en el árbol, apoyé mi cabeza sobre el tronco.
- Me pasaré - dije asintiendo con la cabeza. Comentó que no conocía a la gente de la zona, algo que teníamos en común - ¿Entonces no has vivido aquí siempre? ¿También has llegado hace poco? - pregunté, tal vez demasiado curiosa, pero así era yo.

-Llevo aqui unos meses, pero no he tenido la oportunidad aún de conocer a mucha gente, aunque bueno, ahora se da el caso de que la conozco a usted - contesté tranquilamente mientras tras guardar la guitarra, cogía la funda la cual contenia la guitarra, la levantaba y la colgaba de su hombro. -Pero bueno, si buscas consejos de por donde vivir aqui, no creo que sea yo el más indicado - se rie.

Negue con la cabeza.
- Tranquilo, con eso no tengo problemas, vivo en cualquier parte - entonces reí - ¿Me puedes hablar de tú a tú? Me haces sentir vieja y solo tengo veinte años! -reí.

Me encogí de hombros: - Supongo que será la costumbre - contesté con total tranquilidad, y en verdad así era. Aquella costumbre siempre había estado ahi, demasiado tiempo, tal vez debería empezar a cambiar algunos hábitos. -Vale, intentaré hablarte de tu a tu

- Bah! En realidad me da igual, llámame como quieras - sonreí - Victoria, Vic, tu, usted.. ¿al final que más da? - cogí un bucle de mi pelo y lo enredé, como hacía siempre que tenía las manos quietas, me mantenía ocupada - ¿Tú tienes una casa fija aquí?

-De momento no, sigo viviendo en un motel, pagando un alquiler barato, pero eso si, es un sitio de mala muerte, pero se puede vivir - contesté tranquilamente. -Ya me gustaria a mi comprar una casa, pero de momento, no puedo permitirmelo

- No sera el Darkness? Yo estoy ahí - dije encogiendome de hombros - una cama, un baño... ¿qué más necesito?
A veces extrañaba mi casa de Inglaterra, parecía un palacio con las escaleras de caracol, los largos pasillos, las grandes habitaciones...

- Pues no, pero si me dices que hacen mejor precio que en el que estoy y se está mejor, me planteo el mudarme - bromeé mientras sonreia de medio lado. -Y si, cierto, con esas tres o dos cosas, uno va apañado

- Ahora no se decirte cuanto pago... pero pásate a preguntar si quieres... Se llama Darkness Fox. Es un hostal-bar, aunque la comida es horrible, no la recomiendo - dije con una media sonrisa - ¿Pretendes quedarte mucho tiempo?

-Posiblemente mucho, si, esa es la idea - asentí tranquilamente, intentando quedarse con la dirección del bar y el nombre. Asentío nuevamente y la miré: -Pues, ya me pasaré y preguntaré, a ver si es un precio mejor y si lo es, me mudo

- Pues si no me mudo yo al camping nos veremos - dije ladeando la cabeza - ya te dejo tranquilo, creo que te he interrogado bastante - bromeé mientras me ponía en pie y sacaba del bolso mi mp3 - yo no pretendo quedarme tanto tiempo, pero si necesitas algo, de momento, no creo que me vaya muy lejos.

-Será un placer pues, Vic - sonreí de medio lado y asentí. -Tranquila, tampoco era un interrogatorio - me encogí de hombros y asentí nuevamente. -Bueno, eso siempre piensan todos, lo de no quedarse mucho tiempo, pero luego, en algunos casos, se quedan, no sé, opiniones mias..

- Pues si tu teoría es verdad, entonces nos veremos bastante más de lo que pensaba - dije con una sonrisa - El placer es mío Chris, me ha encantado hablar contigo.
Me puse las gafas de sol y metí los auriculares en los oídos.
- Au revoir! - le dije con entusiasmo antes de darme la vuelta y darle al play. Desde luego aquel chico no era de los que hablaban largo y tendido ¿sería eso lo que me creaba intriga?

Me despedí unicamente, moviendo mi mano en señal de despedida, mientras, acomodaba la funda de la guitarra en mi hombro. Me giré en silencio y eché a caminar en dirección contraria.