Nuevo en el pueblo [libre]

Salí de la grande y vacía casa, la cual olía a humedad y era sombría.
Apenas tenia muebles, pues me había mudado recientemente y la mayoría de mis pertenencias, las cuales eran escasas de por sí, se encontraban en cajas que ni había abierto, por pereza.
Todo estaba oscuro y la niebla cubría todo aquello que mi vista, que afortunadamente era buena, lograba ver.
El jardin estaba completamente en silencio y no me preocupe de agudizar todos mis sentidos en captar la presencia de alguien, ya que aquel lugar era inhóspito e incluso un vampiro tendría algo más interesante que hacer que estar allí.
Busqué un banco y me senté, el banco tenía las patas de hierro y lo demás de madera, la cual estaba mojada y seguramente carcomida por el clima.
Aquel lugar daba miedo, aunque eso en mi situación poco me importaba, tenía mas cosas en las que pensar; bah, para qué mentirse, no tengo en qué pensar. Mi vida en los últimos 4 años se ha basado siempre en lo mismo, cazar y buscar algun sitio para dormir, sin nada de amor, familia y cualquier cosa que se supone que le gustan a los humanos, aunque en verdad no deberían gustarme esas cosas, puesto que no soy humano.

Con mi moto bajo mia, recorria la carretera que llevaba desde Cave Springs hasta el pueblo de Englewood, me gustaba pasar las tardes y alguna noche por aquel lugar.
Todavia no conocia a nadie por alli y estaba deseosa de un poco mas de soleda, pero rodeada de aire sin contaminacion.
Lo primero que vino a mi mente fue el Jardin, asique con mi chupa de curo, me encamine hacia aquel lugar.
Aparque en la puerta y camine los metro que habia desde la entrada hasta el lugar que mas me gustaba, un recinto rodeado de setos y bancos donde solia llevar la gente a sus perros, pero a esa hora desde luego que no habia nadie.
Estaba todo oscuro y no tenia miedo, a que deberia tenerle miedo en aquel lugar? Aunque siempre ayudaba tener en la bota mi puñal.
Con el iPod encendido sonando Metallica, caminaba metida en mis pensamientos.

Seguía sentado y aburrido, sin nada que hacer, como casi siempre. Pensaba irme, pero de repente oí un ruido muy muy bajo, quizás musica de alguien; alguien que iba a destrozarse los oídos.
En verdad, la gente no me gusta para nada, me encuentro siempre tímido con ellos y la suelo cagar; pocas personas me hacen sentir agusto.
Apoyé los codos en las rodillas y agache la cabeza, esperando que la chica pasase de largo y me ignorase, por suerte se me daba bien pasar por desapercibido y que la gente no me prestase mucha atención, cuando eso ocurría, me iba del lugar como un cobarde.
Por eso, esta vez había decidido mudarme a este pueblo, quedarme aqui y dejar de ser nómada. Enfrentarme a los problemas.

En uno de los bancos que se aproximaban mientras caminaba, senti la presencia de algo mientras seguia mirando el suelo, pero no pude evitar echar la vista a un lado y divisar a un tipo con la cabeza agachada mas o menos como yo. Pensaba que iba a estar sola en ese lugar del parque, pero me daria bastante igual compartirlo con alguien a unos metros de distancia.
Sin mas me quite uno de mis cascos y dije - Buenas noches - Educadamente mientras le daba la espalda y me alejaba a un banco no cercano a el. Queria dejarle intimidad tambien a el, asique me sente apoye la espalda atras y levante las piernas para apoyarlas en el banco.

La chica pasó por mi lado y me saludó cortesmente. -Buenas noches-Le respondí. Luego se sentó en un banco cercano y siguió escuchando música con un casco, mientras el otro se balanceaba por su vientre cada vez con menos intensidad.
La miré a los ojos y sonreí, intentando suavizar un poco el ambiente de miedo que había en el parque.
La chica era guapa, rubia y alta, con ojos marrones penetrantes. Me gustaba como un mechon de pelo le tapaba parte del ojo. Decidí dejar de mirarla pues se iba a inquietar, algo comprensible siendo de noche y estando solos en un jardin a oscuras.
La verdad, la chica desprendia un aura de tranquilidad...me sentía muy agusto al lado suya, y lo peor de todo esque no sé por qué.

Mire fijamente al infinito, tenia ganas de dejar de pensar y de comerme la cabeza.
Ya sentada en el banco empece a pensar en mis padres, donde estarian ahora... Senti en ese momento una mirada fija en mi, desde luego que el unico lugar desde donde podian venir era del chico que estaba en el banco sentado.
Lo unico que podia admirar de el eran sus grandes labios, lo demas estaba algo sombrio por la noche, unos ojos algo rasgados, no se si por enfado, cansancio o porque eran asi de naturaleza.
Era atractivo eso sin duda.
Supire y saque el iPod para quitar la musica.

La chica quitó la música y el ambiente se volvió completamente en silencio. Me tumbe bocarriba en el banco,aunque no cabía y parte de mis piernas sobresalían, y apoyé los brazos debajo de la cabeza, miré hacia arriba y contemplé la luna llena, brillando en todo su explendor.
Me puse a pensar y a comerme la cabeza, aunque eso no me convenía en absoluto y lo sabía, pero no podía dejar de hacerlo. Pensaba en qué hubiese sido de mi vida si hubiese sido un ser humano normal.
Giré la cabeza y me dediqué a observar a la chica, la cual era interesante, no sé por qué, pero lo era, de eso si estaba seguro.

De algo me di cuenta entonces, el chico iba solo con una camiseta, pantalones y zapatillas, sin embargo yo iba con todo eso y una cazadora de cuero, bufanda y un par de guantes... no tenia frio? Desde luego que en esta epoca del año es cuando habia que ir abrigadito si no querias morir congelado. Resuelta me incorpore un poco aunque seguia sentada en el banco y pregunte - Esque no tienes frio?

-Que va, siempre he sido muy caluroso y adoro el invierno-dije sonriendo.
La chica era simpatica; me hizo gracia que se preocupase por mi.
Aspire el aire fresco que me resultaba tan familiar, me recordaba a mi antigua casa, los bosques y praderas de diversos estados del país, cuánto de menos los echaba...pero debía enfrentarme a mis problemas, o al menos intentarlo.
- ¿No eres de este pueblo, verdad?

Metiendo la mano en mi bolsillo interior de la chaqueta saque el paquete de tabaco a medio acabar y el mechero. Encendi mi cigarro echando la primera calada, que tanto me gustaba al aire.
- No soy de aqui, he andado por tantos sitios en el mundo que no se de donde vengo, sinceramente. - Volvi a tomar otra calada y baje las piernas al suelo. - Quieres un cigarro?

-No gracias, no fumo, pero gracias de todos modos.- Le sonreí enseñando algunos dientes, aunque espero que no se piense que soy un vampiro.
Me erguí y me sente, aquel banco era realmente incómodo y me estaba jodiendo la espalda por completo. Me dediqué a observarla, parecía sumida en sus pensamientos y estaba algo preocupada, no sé por qué.

Asenti levantando tambien levemente los hombres y guarde el paquete en su lugar original. Me pregunte que haria el alli, lo mismo que yo? olvidarme de las cosas? No lo se pero estaba dispuesta a averiguarlo de la manera mas sencila - Y a que has venido al parque?

-Intentar despejar la mente...dejar atras los problemas aunque sea por cinco minutos...-Dije suspirando...la verdad esque no conseguía olvidar los problemas, pero al menos me centraba en aquella chica y casi pasaban por inadvertido.- ¿Y tu?

- Lo mismo que tu... pero debo estar molestando todo el rato... lo siento - Dije y me concentre en aquel cigarro que andaba ya por la mitad del recorrido, pegando otra calada mas, sintiendo el humo en mis pulmones jovenes, y soltandolo sin mas... desde luego tenia que dejar de fumar. Pero era lo unico que me sacaba del mundo asqueroso donde vivo.

-No molestas, todo lo contrario-dije con una media sonrisa. Era cierto, no me molestaba en absoluto, me daba seguridad y comodidad, con ella se estaba agusto y era exactamente lo que necesitaba en ese momento. Lo unico que no me gustaba de ella era que estaba triste...no sé por qué pero me afectaba de un modo que no alcanzaba a comprender.

Sonrei porque por fin alguien que no asustaba de mi presencia o algo por el estilo. Me levante decidida y me sente en el mismo banco que el tipo, aunque en la otra punta para que no sintiera que le invadia de alguna manera. Alce la mano y se la ofreci - Me llamdo Audrey, encantada. - Dije sin mas esperando a su respuesta.

La chica se levantó y se sentó en el mismo banco en el que yo estaba, y me ofreció la mano. Le di la mia y dije guiñando un ojo:
-Encantado, yo me llamo James, llamame JJ. Olle, y puestos a olvidar, ¿por qué no vamos a un bar? Venga, apuntate, nos lo pasaremos bien.
Era la primera vez que me mostraba tan sociable, pero esa chica me aportaba confianza y por una vez en mi vida, iba a aprovecharla.

Volvi a colocar la mano en su posicion original y pense por un momento si aceptar la invitacion de aquel tipo. JJ no lo conocia de nada, solo un par de minutos y ni siquiera nada relevante. Por un momento pense, callada y mirandole fijamente - Vamonos! - Dije convencida