Más que una visita, un hábito

Asiente levemente. - Así es, pero nos agota mucho.- recalca, él lo había hecho una vez con Afry, cuando le había confesado que se sentía culpable de lo que le sucedía con Judah, transmitir aquella sensación de relajación lo había debilitado, haciendo que aquella noche irremediablemente se quedase dormido en su sofá, sin llegar siquiera a alcanzar su cama.

Siente cómo ella se estremece y se pregunta el qué demonios estará pensando, pero sigue con la mente cerrada, no quiere que todos los pensamientos de la gente allí presentes le influyan.

Escucha su pregunta y se queda pensativo. No cree que por decirle que vive en las afueras ella sepa cual es su trabajo, evidentemente no lo haría.

- Antes en la zona residencial, pero ahora comparto piso en las afueras.- le explica, sonriendo.

- Está más cerca del pueblo.- le comenta, optimista, aunque siendo ella una teriántropa no sabía si era lo indicado.
- Yo tengo el apartamento allí porque tengo que estar pendiente tanto de Cave como de Englewood.- le explica.

- Plagas.- resume, riendo, en realidad visto de aquella manera no estaba mintiendo. - Me encargo de acabar con las plagas y somos los únicos anti-plagas de ambos pueblos así que...- comenta encogiéndose de hombros.

- Bueno...- se encoge de hombros, ni le gustaba ni disgustaba, era un punto intermedio, odiaba a los vampiros, pero eso de arriesgar el pellejo para acabar con ellos no mucho. - me gano la vida con ello, más feo es robar.- le explica, sonriendo bromista.