En el medio del camino [Lorcan]

Camina por el lugar, ya familiarizado, no le había costado mucho memorizar todo aquello, su sentido de la orientación estaba muy desarrollado, quizás demasiado.

Main Street incluso ya se le antojaba algo aburrido, puesto que pensaba que no le podía ofrecer mucho más a un ser como él.

Su olfato más que efectivo le informa de que allí hay una criatura paranormal, una de las más odiadas por los de su calaña por sus semejanzas y diferencias: Un teriántropo. Sigue su olfato hasta dar con una mujer, joven y atractiva, en la cual clava sus dorados ojos al escuchar sus preguntas.

- Alguna vez estuve de paso por allí.- le informa, con total rapidez y destreza. - Pero no, nunca he vivido por esos lares.- añade, evidente, con una pequeña sonrisa, en la que se puede observar un pequeño atisbo de violencia, de peligro. - Quién eres?- pregunta rápidamente, interesado.

- Ya me dijeron eso varias personas por aquí, sueno a mucha gente.- le comenta, distraído por demás y mentiroso, el doble. Escucha su nombre y asiente. - Soy Lorcan, encantado.- educado, los años no habían pasado para él y se veía obligado a comportarse de manera tan educada sobre todo tratándose de una dama.

Debía parecer lo más educado y bueno posible y aquello conllevaba sinceridad, muchísima sinceridad. - Vivo aquí.- le informa. - me acabo de mudar a este pueblo tan tranquilo y apacible.- le comenta, ajeno a todo lo ocurrido allí.

- Y tú, vives por aquí?- le pregunta, sin apartar la vista de ella, analizante por completo, su olfato también esta preparado, cosa que hará que nunca más se deje sorprender por ella, ya tiene su aroma y sabe incluso localizarla entre muchos y diferentes aromas.

- No es tranquilo?- frunce el ceño pronunciadamente, mostrando un pequeño atisbo de miedo, cosa que no pegaba mucho en el verdadero Lorcan. - Por qué?- pregunta de nuevo.

- Ah, ya entiendo...- dice, sonriendo con una falsedad increíble. - Vampiros verdad?- alza una ceja.

- Vaya, pues yo sinceramente les tengo algo de miedo a esos seres.- evidentemente no era así, sabía que una mordedura suya podía acabar con un colmillitos en cuestión de segundos y aquello sin duda perversamente lo excitaba. Era una criatura que de humano no tenía más que el aspecto.

- Por eso estoy básicamente en su contra.- le explica, con un deje de orgullo muy escondido.

Asiente levemente ante los argumentos de la teriántropa, aún siendo para alguien como él simple escoria. - Yo soy demasiado precavido para poder fiarme de alguien como ellos, siempre que veo a uno me recuerda inevitablemente a Drácula.- le explica, había visto aquella película, aunque no entendía mucho de cine, también había leído la novela, los vampiros eran sus más profundos enemigos.

-Igualmente Madison, espero que nos veamos algún que otro día por el lugar.- le comenta sonriendo, mientras alza su mano a modo de saludo. Camina hacia el lado contrario sin duda le haría alguna que otra visita a ella, el percibir un nuevo aroma sólo metía en problemas a la persona portadora de dicha esencia. Lorcan la tenía ya localizada, si quería, ella no podría escapar de su forma más primitiva y salvaje.